En el marco del proyecto Organizaciones y grupos de jóvenes fortalecidos para la participación política, se desarrollaron dos conversatorios sobre “Noticias falsas, redes sociales y su impacto en el discurso de odio”. Una primera jornada presencial tuvo lugar en la ciudad de Encarnación, donde participaron periodistas y jóvenes de organizaciones juveniles; posteriormente, se concretó un encuentro virtual con periodistas de la región, donde se debatió sobre el rol de los comunicadores en el contexto de la desinformación.
Durante la primera jornada los y las participantes debatieron sobre el fenómeno de la creciente proliferación de noticias falsas, principalmente a través de las redes sociales, y cómo la sociedad reacciona dando amplificación a los contenidos falsos. Los participantes alertaron sobre los efectos negativos de esta amplificación, ya que eventualmente, si se comprueba que la información es falsa, las aclaraciones ya no tienen la misma difusión que tuvo la desinformación inicial.
Se destacó que una característica de la sociedad itapuense es su arraigado conservadurismo, realidad de la que no escapan los medios de comunicación regionales, que omiten de los espacios temas vinculados con ciertos sectores y grupos sociales, tradicionalmente excluidos.
Los y las jóvenes expresaron su preocupación por la violencia de género, que se instala en el discurso en las redes y la exclusión de grupos sociales que no tienen “oportunidades estructurales de defenderse”, además de la instalación de una narrativa de “microviolencia” o violencia solapada, que estigmatiza o discrimina a las minorías como los grupos LGBTQ+. Son los discursos violentos, que a veces se expresan a través de emojis, memes o el doble sentido de las palabras, para estigmatizar a una colectividad. “Es una expresión de repudio a lo que consideran ‘anormal’ y es una demostración de miedo a lo diferente”, expresaron.
Los periodistas presentes reconocieron que una realidad del ejercicio del periodismo en la actualidad es que los trabajadores de prensa no tienen tiempo para hacer las verificaciones, y que peligrosamente se percibe que, en muchos casos, ya ni siquiera les interesa hacer las verificaciones. “Los periodistas no entienden que tienen una función de transformación social”, fue una de las expresiones de uno de los participantes del conversatorio.
Encuentro virtual
En una segunda parte de desarrolló un encuentro virtual con participación de periodistas de Itapúa. En esta jornada se abordaron inquietudes sobre el impacto de las redes sociales y la proliferación de medios digitales en la generación y propagación de noticias falsas.
Los participantes, conscientes de la complejidad del entorno digital, expresaron su preocupación por la veracidad de la información y la necesidad de discernir entre hechos y desinformación.
La discusión se centró en los desafíos de la información digital, destacando la dificultad de validar la autenticidad en un entorno saturado por información. Los profesionales itapuenses señalaron que, durante la pandemia, en la región surgieron informaciones falsas, como la supuesta obligación de vacunarse en colegios. Volvieron a subrayar la importancia de filtros y confirmaciones por parte de los medios y los periodistas antes de difundir ciertas informaciones que están siendo virales en las redes sociales. Una realidad es que los medios de comunicación en la actualidad utilizan las redes sociales como fuente de información y en la premura de conseguir más tráfico en la web, a veces difunden informaciones sin la debida verificación.
Los periodistas pusieron también de manifiesto la irrupción de la inteligencia artificial como un nuevo desafío muy significativo. Señalaron el riesgo que plantea la capacidad de crear imágenes y contenidos realistas, evidenciado por la anécdota de imágenes manipuladas del Papa, y que esto enfrenta a una nueva situación en la que resultará cada vez más complicado filtrar las noticias falsas.
La regulación de la información fue un tema debatido, con la advertencia de que podría sesgar la información y favorecer a grupos específicos. Uno de los participantes destacó la preocupación por la censura de plataformas, que proceden al bloqueo de contenido con criterios no muy claros.
En cuanto al uso de fuentes y la verificación de información, se subrayó la importancia de recurrir a fuentes confiables y verificables, especialmente en situaciones críticas como casos de fenómenos climáticos violentos, circunstancias en las que extrañamente más se difunden contenidos que apuntan a alarmar a la población.
La propagación de noticias falsas, especialmente relacionadas con vacunas y campañas políticas, fue un desafío compartido por los participantes. La reflexión sobre el papel del periodista en verificar los hechos y proporcionar información precisa, independientemente de las posturas políticas, hace a la construcción y preservación de la credibilidad.
Discurso de odio
En Itapúa, los medios y periodistas tienen una experiencia diferente. Mientras en Alto Paraná, Caaguazú y Central, los trabajadores de prensa habían reconocido la participación de la ciudadanía, en redes sociales, como un contrapeso para desmentir una información falsa, en el Sur no se percibe el activismo ciudadano en las redes.
La propagación de discursos de odio fue otro tema abordado en el conversatorio. Los periodistas subrayaron la responsabilidad de los comunicadores en no contribuir a divisiones y resentimientos en la sociedad.
La conversación también reveló la importancia de establecer relaciones entre colegas y medios de comunicación, especialmente en equipos pequeños. La diferenciación entre periodistas basada en el tipo de periodismo que practican y las decisiones en sus coberturas también se señaló en el encuentro. Uno de los participantes reveló que existe como una suerte de exclusión o segregación de parte de periodistas con más experiencia o de ciertas influencias entre los funcionarios públicos, para impedir o dificultar acceso a fuentes de información a colegas que no responden a la línea que los periodistas tradicionales imponen.
Este tipo de situaciones en el ejercicio del periodismo pueden generar bloqueos en instituciones públicas. Los participantes compartieron situaciones concretas donde periodistas enfrentan obstáculos, desde interferencias durante coberturas televisivas hasta situaciones incómodas en eventos públicos.
Los desafíos actuales del periodismo, incluyendo la disminución de la fuerza de la profesión y capacidad de convocatoria para discutir sobre la profesión, las condiciones laborales y la presión por producir contenido rápido, fueron también temas encarados por los periodistas itapuenses. En ese sentido, resaltaron la falta de cultura gremial y colaboración en temas polémicos.