por Henrique Ferreira Bueno – Miembro de la Comisión Directiva de OPAMA
Es verdad que la administración del transporte público en Paraguay es negligente y tiene deficiencias técnicas, y que las personas mejor preparadas no son tenidas en cuenta para su mejor gestión, eso va cambiar cuando ocupemos las instancias de decisión con poder popular determinante.
El precio del pasaje directo a usuarios en muchos años no varió, sin embargo la parte del servicio que se paga socialmente aumenta con cada nuevo decreto de ajuste de la tarifa técnica del subsidio del Poder Ejecutivo. En el 2018 el Ejecutivo desembolsó 5 millones de dólares en subsidio, al 2023 el monto trepó a 11 millones.
Una parte del subsidio busca garantizar la rentabilidad de los empresarios, pero también es cierto que se busca no enardecer el humor de la ciudadanía con un aumento del precio directo, cada Ejecutivo necesita legitimidad, y el transporte público es un factor poderoso.
En Brasil el aumento del precio en pocos centavos gatilló un levantamiento a escala nacional, en Chile disparó una rebelión que fue calificada por la esposa del fallecido Presidente Piñera como “una invasión alienígena”, la solución para calmar el conflicto fue llamar a una Asamblea Nacional Constituyente.
El subsidio al Transporte Público es un dique a la angurria e irresponsabilidad empresarial, que de no existir podría llevar a un caos económico y social, pero debe ser mejorado, esta medida debe obligar a que los buses cubran ramales, franjas horarias y días no cubiertos.
Nuestros gobernantes son conscientes de que el transporte público no solo une el lugar de trabajo a los hogares, saben que potencialmente puede unir descontentos dispersos, esta es la principal carta a favor de OPAMA.
Soluciones técnicas óptimamente diseñadas, para cambiar la realidad del indignante servicio de transporte, son urgentes y necesarias, pero con buenas propuestas solamente no lo lograremos, necesitamos que el interés de la mayoría se convierta en cuerpo y logre anteponerse al interés de la minoría empresarial.
OPAMA aspira a ocupar el lugar que corresponde a los pasajeros en el Consejo Ad Hoc del Billetaje Electrónico, donde por ejemplo podríamos lograr que con pagar un solo pasaje se haga trasbordo en diferentes líneas para llegar a destino, que los estudiantes paguen el medio pasaje con el celular, o que los discapacitados y personas de la tercera edad hagan uso efectivo de la gratuidad.
Pero con ocupar ese lugar también es insuficiente, debemos construir Poder Popular de los pasajeros, que la voz de OPAMA se replique en cada pasajero, que use las redes sociales para denunciar, que proteste cuando alguien sufre injusticias en un bus y logre que todos los pasajeros se sumen, que participen en las protestas.
En frente tenemos a un servicio empresarial que tiene la representación de sus intereses en los tres poderes del Estado, pero cuando nosotros logremos unificar el Poder de los usuarios en una sola voluntad el transporte por fin se convertirá en un servicio público donde el único interés representado será el del pueblo.
OPAMA entiende que antes de nosotros muchas y muchos lucharon contra la prepotencia de los Cesar Ruiz Díaz de turno, y ahora, hace casi un año, abrimos un ciclo de lucha por el transporte público cualitativamente diferente, no solo no queremos que el pasaje no suba, queremos que subirte a un bus sea el pasaje a todos los derechos, que a través de ese servicio se construya sociedad y cohesión social comunitaria, que la movilidad pública esté disponible para que alguien pueda ir a ver a la pareja, familia, amigos, iglesias, arte y cultura libremente.
Fotos: Facebook OPAMA