Las adicciones y la vulnerabilidad son dos problemas interconectados que afectan gravemente a nuestro país.
Estos temas se han propagado debido a la comercialización y el consumo de drogas, impactando principalmente a las comunidades más humildes y a los barrios más vulnerables de la nación.
Esto ha llevado a que, en muchos casos, los jóvenes de estos sectores se vean atrapados en la delincuencia, el microtráfico y la dependencia de sustancias. Además, ha dejado a muchas familias en un estado de abandono y vulnerabilidad, privándolas de oportunidades.
Para ponerlo en perspectiva, aproximadamente dos de cada cinco jóvenes de estas comunidades experimentan cierto grado de dependencia. Esta cifra es alarmante tanto para estas comunidades como para las autoridades, el gobierno y sus instituciones, a la hora de realizar una intervención social.
Se hace necesario llevar a cabo intervenciones y prácticas, que no solo sean técnicas, sino más populares, que también estén basadas en la cultura del aprendizaje de cada persona. De esta manera, podremos lograr la rehabilitación y la reinserción social de aquellos que son “usuarios dependientes”.