La Inteligencia Artificial (IA), ¿Es una herramienta u otro elemento de dependencia tecnológica para las nuevas generaciones?

A pesar de que las IA parecen ser algo reciente, en realidad se ha considerado desde el año 1950, con las contribuciones teóricas de Alan Turing. Sin embargo, el término en sí fue adoptado por John McCarthy en 1956, al organizar la Conferencia de Dartmouth, donde se reunió a un grupo de científicos para discutir los primeros avances en la creación de programas de computadora que podían simular tareas que requerían inteligencia humana. Desde ese momento, el área se ha ampliado bastante llevándonos a la actualidad donde hay una IA para absolutamente todo.

Desde su lanzamiento a finales de noviembre del año pasado, ChatGPT, el chatbot que responde preguntas y genera textos a pedido de usuarios, ha desempeñado un papel crucial en la difusión del término “Inteligencia Artificial”.

Este campo ha sido ampliamente utilizado no solo para llevar a cabo tareas e investigaciones, sino también para abordar desafíos más complejos, como funciones laborales en áreas diversas como marketing, arquitectura, programación, entre otras.

Además, la inteligencia artificial no se ha limitado a aplicaciones prácticas, sino que también ha dejado una marca en el ámbito del entretenimiento con la creación de “deep fakes”, videos, imágenes o audios generados para imitar la apariencia y sonidos de una persona.

Utilizar inteligencia artificial puede resultar beneficioso ya que nos ahorra tiempo, mejora nuestros trabajos y hasta ayuda a encontrar inspiración para la creación. Sin embargo, este beneficio se convierte en un problema cuando nuestra dependencia es total, transformando nuestra sociedad en una entidad robotizada.

La falta de pensamiento propio y la ausencia de iniciativa para crear de manera independiente podrían convertirse en consecuencias graves. La clave está en utilizar la inteligencia artificial de manera consciente y equilibrada, por eso comparto algunos tips para su uso de manera sana:

– Usa la IA como herramienta: Emplea la IA para mejorar tus tareas y productividad, no para reemplazar tus habilidades y juicio.

– Fomenta habilidades humanas: Cultiva habilidades como la creatividad, la toma de decisiones éticas, la inteligencia emocional y la resolución de problemas.

– Cuida tu Bienestar Mental: Establece tiempos de desconexión; la creatividad prospera en un entorno equilibrado y relajado.

– Actualiza tu conocimiento: Estar al tanto de las últimas tendencias tecnológicas mejora la relevancia profesional y fomenta la innovación.

– Evalúa Resultados de Manera Crítica: No asumas que la respuesta automática es siempre la mejor. Examina y ajusta según sea necesario.

– Lectura comprensiva antes de difundir información: Lee detenidamente antes de difundir para evitar la propagación de datos falsos y enriquecer tu investigación.

Por: Luana Medina – Interact sin fronteras – Alto Paraná