En Alma Cívica asumimos el desafío de poner a las juventudes en el centro de nuestra democracia. Creemos que son una pieza fundamental para sacar adelante nuestro país. Sus ideas, valentía, dinamismo y capacidad para entender la realidad y proponer soluciones nos inspiran y nos impulsan a seguir trabajando por un Paraguay mejor.
Nuestro Proyecto Conquista Joven nos permitió estar en contacto con más de 600 juventudes, de todo el país. Durante este recorrido conocimos a jóvenes llenos de energía, con propuestas innovadoras y con ganas de transformar su entorno. En la semana de la juventud, invitamos a uno de ellos, Alejandro Funes, quien comparte su visión sobre el protagonismo juvenil y su experiencia en el activismo. Ale nos inspira con su compromiso de mejorar su comunidad, demostrando que la juventud tiene un papel clave en la construcción de un futuro más justo y equitativo.
Por Alejandro Funes
En Paraguay, donde la corrupción se ha arraigado profundamente en nuestras instituciones, la democracia enfrenta un momento crítico. Sin embargo, hay un sector de nuestra sociedad que puede marcar fuertemente una diferencia, la juventud. Como estudiante universitario y líder estudiantil, he visto cómo los jóvenes no temen alzar la voz y están dispuestos a tomar acciones decisivas para proteger y fortalecer nuestra democracia. Su energía y compromiso están redefiniendo el panorama político y ofreciendo una esperanza renovada para el futuro.
La participación activa de los jóvenes en el ámbito político y social es más crucial que nunca. La corrupción ha logrado consolidar su poder, generando un ambiente de desconfianza en la política. Sin embargo, la juventud paraguaya no se ha quedado de brazos cruzados. Desde las manifestaciones estudiantiles hasta la participación en movimientos cívicos, los jóvenes estamos demostrando que estamos dispuestos a luchar por un futuro mejor.
El 16 de abril de este año, más de 20.000 estudiantes salieron a las calles para manifestarse en defensa de la gratuidad de la educación superior y para evitar la desfinanciación de programas de salud y ciencia. Esta movilización masiva es una prueba contundente de que la juventud es la esperanza y la promesa de un cambio real. Esta demostración de fuerza y unidad resalta el compromiso de los jóvenes con un país mejor.
En mi experiencia, he participado en diversas actividades organizadas por Alma Cívica, como el Bootcamp por la Democracia, la Academia de Políticas Juveniles y Democracia, y el Laboratorio de Políticas Juveniles. Estos espacios han sido fundamentales para reconocer el potencial que los jóvenes poseemos. He visto a jóvenes comprometidos, con propuestas innovadoras y una pasión inquebrantable por un Paraguay mejor. Estos espacios no solo educan, sino que también empoderan a los jóvenes para que tomen un papel activo en la política y en la protección de los valores democráticos.
La situación en Paraguay puede parecer desalentadora, pero no estamos solos. En la región, la democracia está pasando por muchos desafíos y la clave está en la organización, la colaboración y la persistencia. Los jóvenes de Paraguay tienen la capacidad de construir una alternativa sólida al sistema actual, basada en principios de transparencia y justicia.
Es crucial que sigamos apoyando y fomentando la participación juvenil en todos los niveles. Necesitamos más espacios como Alma Cívica que promuevan la educación cívica y la formación de líderes comprometidos con el cambio. La juventud paraguaya tiene un rol protagónico en la reconstrucción de nuestra democracia, y es a través de su unión y determinación que podremos enfrentar y superar los obstáculos.
El camino no es fácil, pero la energía y el compromiso de los jóvenes pueden ser la fuerza que impulse el cambio que Paraguay necesita. Con esperanza y trabajo en equipo, podemos construir un futuro más justo y democrático para todos.
Este artículo fue publicado orginalmente en el sitio web de Alma Cívica. Contiene opiniones expresadas por el autor y no necesariamente refleja las posturas o ideas oficiales de Alma Cívica. Las opiniones aquí expresadas son de carácter personal y no deben considerarse como declaraciones representativas de la posición institucional de la organización. La diversidad de perspectivas es bienvenida en nuestro espacio, y animamos a nuestra Red a expresar sus puntos de vista individuales, reconociendo que estas opiniones son atribuibles únicamente a los autores respectivos.